El sol cariciaba mi piel, su color dorado me hipnotizaba, creia vivir en un mundo irreal...
Tenía miedo de que de un momento a otro, el paisaje desapareceria de mi vista.
Solo pensaba que ese sol tan maravi lloso era producto de una imaginación calenturienta por la fiebre del tropico.
Me pellizqué varias veces para ver si era cierto que yo estaba alli...
Y os aseguro que me dolió.
Maravillosas vacaciones las mias.
Vosotros tambien podeis sentir lo mismo que yo.
Un estado de paz y felicidad....
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